Se ha celebrado en Valencia una jornada sobre Expedientes de Regulación de Empleo en las Administraciones Públicas, en la que nos hemos ilustrado de las barbaridades que se pueden llegar a hacer a cuenta de que hay que apretarse el cinturón y reducir el gasto público. Afortunadamente, esos mismos agentes sociales que están en boca de todos (por supuesto para nada bueno) se están dedicando a intentar erradicar esta nueva plaga que nos quiere asolar. El ERE de Alboraia está paralizado, y si la negociación avanza en el sentido correcto, estará borrado de nuestras mentes en breve, y no será más que una ligera percepción de un recuerdo borroso, neblinoso...
El tema del EREs en AAPP es una de las vías que se les ha ocurrido a determinadas cabezas pensantes, por llamarles de alguna manera, para reducir gasto. Me cargo un cuarto de la plantilla, y seguro que reduzco un montón de gastos... Más o menos será éste el hilo conductor. También hay que contar para ello con la connivencia del Secretario/a de turno, porque para firmar un informe favorable en ese sentido, ya hay que ser cafre en la interpretación de la norma.
Nos encontramos con una figura concebida para la empresa privada, y que se puede dar cuando las previsiones de ingresos o los reales, no puedan sufragar los gastos de la misma. En las AAPP nos encontramos con que debe existir un "equilibrio presupuestario", y se ha de gastar conforme a los ingresos, por lo que enfocar el expediente por la vía económica o de falta de solvencia es absurdo.
Independientemente del régimen jurídico al que estén sujetos los emplead@s públic@s, ya sea laboral o administrativo, son EMPLEAD@S PÚBLIC@S, por lo que la Administración a la que presta servicios se rige bajo los mismos conceptos y principios constitucionales y de derecho administrativo, por lo que desde esta perspectiva son inviables.
No obstante, pretenden abrir brecha, y ahí estamos, para procurar que eso no se produzca. Afortunadamente en nuestra administración en concreto, el Ayuntamiento de Mislata, en el año 2.004 se finalizó un proceso de funcionarización, largo, duro, pesado, basado en muchas negociaciones y más de un dolor de cabeza, que fue todo un éxito, ya que afectó a un número muy importante de la plantilla. De hecho, a día de hoy laborales fijo solamente queda una persona, existe una plaza de laboral indefinido por sentencia, y 3 temporales de larga duración. Podemos estar bien contentos del proceso de funcionarización, pero pese a ello no podemos dormirnos en los laureles, ya se sabe, cuando veas las barbas de tu vecino cortar...
