El viernes, 20 de febrero, a las 12:00h en la Casa del Pueblo
Desde la UGT-PV manifestamos que a fecha
de hoy la “igual retribución para trabajos de igual valor” sigue sin ser
alcanzada. En realidad, se están dando pasos hacia atrás a una velocidad muy alarmante.
Año tras año desde que se aprobó la última reforma laboral perpretada por el
Gobierno del PP, el día a día laboral se ha convertido en un ámbito donde los
derechos de todo tipo han desaparecido brutalmente. Cada día lo venimos
denunciando, hoy por ser el Día Europeo de la Igualdad Salarial y mañana
volveremos a hacerlo.
Junto a lo anterior la degradación
social, política, económica y personal está haciendo mella en la población. Ciertamente,
estas políticas de austeridad nos han hecho retrocer muchos años, llegándose
inclusive a pasar hambre en algunas familias del País Valenciano. ¡Y no son
pocas!, ¿y no pasa nada? Sí, sí que pasa, somos mujeres y hombres ciudadania de
un estado que se dice democrático.
En el País Valenciano los datos
relativos a la brecha salarial entre mujeres y hombres han empeorado desde el
año pasado. Concretamente, es de un 26.42% anual. Las trabajadoras ganan
6.418,35 euros menos anualmente que los trabajadores, realizando trabajos de
igual valor. Ello nos situa casi tres puntos por encima de la media estatal que
es de un 23.93% anual, que se traduce en 6.144,72 euros anualesmenos.
Si el austericidio es pavorosamente
real, a ello se añaden circunstancias que parece que en vez de retroceder están
rebrotando con fuerza:
·
Muchas mujeres tienen que cuidar de nuevo, esta vez a sus
nietos/as, muchas de ellas con edad avanzada y con necesidad de que las cuiden
a ellas. Ello además se ha agravado debido a la destrucción masiva de los
servicios sociales y de atención a la dependencia perpetrados por el PP a nivel
estatal y autonómico.
·
La carencia de una red servicios públicos, y/o la
eliminación de los existentes, en materia de infancia, personas dependientes y
mayores ha hecho que los empleos en esos ámbitos esten siendo aniquilados,
ámbitos en muchos casos muy feminizados.
·
El contrato de media jornada se ha convertido en el
contrato estrella. Un contrato que hace que las trabajadoras y trabajadores nos
estrellemos contra la injusticia de una contratación a tiempo parcial; pero una
exigencia a tiempo de trabajo completo. Hecho este que venimos denunciando
desde el comienzo de la mal llamada crisis.
·
La economía sumergida es una práctica habitual, con lo
que ello conlleva de pérdida y expulsión del sistema. Un sistema como el
nuestro que se basa en estar cotizando. Las campañas que dicen haber lanzado
para erradicarlo no están surtiendo los resultados necesarios, ¿habrá qué hacer
algo más, no?, como campañas donde a la ITSS se les pida desde el Gobierno que
comprueben la existencia o no de igualdad salarial en las empresas, en vez de
ir persiguiendo a las personas desempleadas.
·
Los roles y estereotipos sexistas siguen incidiendo en el
ámbito laboral importantemente. Sobre todo, son las mujeres las mayores
perjudicadas; porque eso que se llama brecha salarial, lleva camino de ser tan
profunda que no haya oportunidades para salir de ella en generaciones.
·
Además otras cuestiones como el ejercicio del derecho a
la conciliación se convierte en obstáculo real a la hora de acceder al trabajo;
pero también en cuanto a las promociones internas. Ello perjudica también
mayoritariamente a las mujeres, pero no solo ya que los trabajadores que
deciden ejercer su derecho a conciliar también se encuentran con graves
comportamientos y comentarios hostiles y muy machistas. La corresponsabilidad se
está convirtiendo en un enemigo a batir.
Es por todo ello que desde la UGT-PV y,
debido a la cercanía de elecciones en diferentes ámbitos, se exige que haya un
compromiso firme, serio y sobre todo ajustado a derecho para erradicar la
precariedad como seña de identidad de estos gobiernos del PP. Para ello
consideramos, se han de incluir en los programas electorales medidas concretas
como las siguientes:
·
Se retribuyan igual, los trabajos de igual valor.
Persiguiéndose todo tipo de precariedad y abuso laboral como objetivo
fundamental y central en nuestra sociedad. Para ello se requieren planes de
inspección bien dotados y extensos e intensos.
·
Se fomente la corresponsabilidad de manera proactiva.
Especialmente mediante una inversión pública en todos los ámbitos sociales
aniquilados. Los derechos de las mujeres y los hombres no se pueden dejar al
voluntarismo, ¿qué hubiese sido de nuestro estado si no hubiesen funcionado las
redes de apoyo informales? Así como se mantengan y creen unos servicios
públicos en materia de infancia, dependencia, mayores entre otros. Y se amplie
el permiso de paternidad, convirtiendo el mismo en obligatorio, igual e
intransferible. Los presupuestos del Estado para 2015 vuelven a posponer su
ampliación de cuatro semanas al año 2016.
·
Se dote y aplique correctamente la Ley de Dependencia.
Hecho este que no se ha respetado en la Comunitat Valenciana en ningún momento.
Antes porque no había crisis y sí intereses y ahora porque hay crisis, al final
las personas no pueden ejercer su derecho a una vida digna.
·
Se amplie la educación publica haciendola efectiva desde
los 0 años.
·
Se implementen todas las políticas públicas con
perspectiva de género y valoración del impacto de género. Ello especialmente en
las políticas de empleo; pero también en todas las demás.
·
Se respete el principio de igualdad como inspirador de
todo el ordenamiento jurídico. Se respete toda la normativa en igualdad de
oportunidades, de trato y no discriminación existente en el ámbito local,
autonómico, estatal y europeo.
·
Se retire la reforma laboral. Tras el tiempo transcurrido
se ha confirmado lo ya avanzado por la UGT-PV. Ella solo ha servido para destruir
empleo y precarizar hasta extremos insospechados la vida de las trabajadoras y
trabajadores, así como de la ciudadania en general. Habiendo sido el ataque más
atroz de la historia democrática reciente a la negociación colectiva y, por
tanto, al empleo.
·
Se requiere una amplia participación de las mujeres en el
diálogo social y en la negociación colectiva para avanzar en una igualdad que
llegue a ser real y efectiva.
Por todo ello la UGT-PV denuncia que la existencia
y avance de la discriminación salarial por razón de sexo y la involución de
derechos en todos los ámbitos sociales, culturales, políticos, económicos,
laborales, etc. son inadmisibles en una sociedad que se dice democcrática,
¡BASTA YA!:
NO A LOS RECORTES SOCIALES, ECONÓMICOS, POLÍTICOS, DE
IGUALDAD, EN DEFINITIVA DE CIUDADANÍA.
NO A LA DESIGUALDAD SALARIAL. NO A LA DISCRIMINACIÓN
SALARIAL.
NO A POLÍTICAS AUSTERICIDAS, DONDE LLAS PERSONAS SE
ESTÁN CONVIRTIENDO EN UNA MERA MERCANCIA.
SÍ A LA IGUALDAD DE GÉNERO
SÍ A LA IGUALDAD SALARIAL
SÍ A LA DEMOCRACÍA, SIN NOSOTRAS NO ES DEMOCRACIA NI
ES NADA.